El divorcio entre Cristiano Ronaldo y la Juventus parece tener, de momento, en el portugués al claro ganador en la separación de bienes. Cuatro goles en tres partidos y líder absoluto de un United que marcha líder invicto de la Premier, con el tropezón en Champions ante el Young Boys como único debe. Pero ahí, Cristiano también marcó. Los bianconeri, por el contrario, marchan antepenúltimos en la Serie A, con solamente dos puntos en cuatro jornadas, firmando el peor comienzo de su historia.

‘La Gazzetta dello Sport’ analiza esta separación en un artículo cuyo título habla por sí solo: «¿El problema de la Juve? Fácil: falta Ronaldo. Una especie de dopaje técnico». El diario italiano pone en valor lo realizado por CR7 en este comienzo de curso y recuerda sus fantásticos números de las dos últimas temporadas en la Serie A: 29 goles el pasada campaña y 31 la anterior. «El brillante impacto de CR7 en el United refuerza la teoría de que con Cristiano siempre se empieza 1-0», argumentan. De hecho, el nuevo ‘7’ del United lleva tantos goles como su exequipo en el Calcio (4).

Sin embargo, no todo lo que señalan es positivo: «Ronaldo no logró la hazaña para la que había sido contratado, la conquista de la Champions». El lunar que oscurece su paso por la Vecchia Signora. Así como «el desapego del propio Ronaldo». «Nunca lo hemos escuchado hablar como un jugador de la Juventus convencido». «Nunca se expuso en favor de la Juventus». «El equipo de Ronaldo es Ronaldo y eso también se aplica al Manchester United». Estas son algunas de las frases con las que contextualizan el paso de Cristiano por el conjunto bianconero. Entienden que no llegó a estar implicado al 100% y añaden que «Ronaldo fue un solista, nunca estuvo integrado en el vestuario».

Crisis de abstinencia

Es evidente que los problemas de la Juventus esta temporadas están lejos de haber sido culpa de Cristiano. Los números y la situación actual del equipo son buena muestra de ello. Pero sí es cierto que no ha conseguido triunfar de la misma forma que hizo en Mánchester, primero, o el Madrid, después. La situación económica bianconera hacía ver con mejores ojos el ahorro de los 30 millones netos que se embolsaba el portugués que la pérdida de más de una treintena de goles por año.

«El error fue privarse de CR7 a toda prisa, al final del mercado, sin pensar en sustituirlo por un delantero de 20-25 goles», finalizan. Llegó Moise Kean, pero aún debe demostrar que él es ese jugador. Mientras que Dybala, a pesar de su paso adelante, es otro tipo de futbolista. De esta manera, la Juventus debe encontrar la manera de superar la crisis de abstinencia que supone perder ese 1-0 que suponía Ronaldo. Por el momento, Allegri no ha dado con la tecla.

Hace unos días Raiola ponía a De Ligt en el mercado. El neerlandés no termina de ser un fijo en la Juventus y el superagente ya ha empezado a moverlo. «Al final de esta temporada se puede ir, el mercado funciona así», ha dicho Raiola. Fabrizio Romano, periodista de Sky, ha desvelado que Raiola hace referencia sin decirlo directamente a una cláusula secreta en el contrato del central que se activa a partir del verano de 2022 y que asciende a 150 millones de euros. Raiola quiere presionar, De Ligt no es fijo para Allegri, a pesar de que el técnico ha afirmado que es el futuro de la Juventus y que hay que tener paciencia con él. Pero en el jugador parecen aparecer nervios.

La vuelta de Van Dijk ha puesto en peligro seriamente su titularidad en la selección y Bonucci y Chiellini son la apuesta juventina para los partidos importantes. Raiola ha salido al quite y lo ha puesto en el mercado rápidamente. De Ligt tiene un contrato con la Juventus hasta 2024 y un valor de mercado de 75 millones, según Transfermarkt. De Ligt estuvo en la agenda del Barcelona, por ejemplo, antes de salir del Ajax, pero fue la Juventus finalmente la que se adelantó a todos. El club le sigue teniendo en gran estima y es un jugador sobre el que pensaban consolidar el futuro.

Raiola acaba de devolver a Kean a la Juventus, después de que no pudiera concretar la llegada de Donnarumma libre. Finalmente se fue al PSG y en Italia, en los últimos días, se explica que la comisión pedida por Raiola a cambio de que Donnarumma llegara libre entorpeció la operación con la Juventus. Sea como fuere, se tendrá que ver las caras con la Juventus en el caso de De Ligt.

Un punto en tres jornadas representa el triste arranque de la Juventus en este campeonato. Es un momento complicado y en la Vecchia Signora lo saben. Leonardo Bonucci dio la cara esta tarde en rueda de prensa, en la víspera del estreno de Champions League con el Malmoe: «Es un nuevo comienzo, debemos superar estos eventos sin hablar demasiado ni buscar excusas. Debemos dar el 100% de lo que somos y trabajar, nada más». El central subrayó la importancia de la cita en Suecia: «Puede ser el viraje de la temporada, debemos pensar en nosotros mismos y no en el rival. Cada uno de nosotros debe merecer llevar esta camiseta, hay que estar concentrados y pasar página: no queremos excusas».

Sobre cómo salir de este momento dijo: «Está claro que hay un problema de continuidad mental del equipo y de los jugadores. Hay trabajo por hacer en el campo y en la cabeza. Tenemos calidad para hacer una gran temporada pero tenemos que jugarlos desde el campo del primer minuto al último. Hay demasiadas situaciones negativas. Hay que trabajar y redescubrir la humildad de las temporadas ganadoras. Sólo con el grupo podremos encontrar el camino que le corresponde a la Juve. No se puede ver la Juve hasta ahora. Queremos mirar más allá, al futuro, con positividad»

Preguntado por la mejora que le gustaría ver en el campo aseguró: «El sentirte responsable de lo que haces sin reprimirte o buscar coartadas en las dificultades. Cuando te pones la camiseta de la Juve no puedes tener excusa. El único objetivo posible es la victoria. Nosotros, más expertos, debemos pasárselo a otros pero también los jóvenes deben entender que llevar la camiseta de la Juventus no es como llevar otras camisetas. En el campo no hay que reprimirse y la historia de la Juve así lo demuestra, donde el equipo, la humildad y el espíritu de sacrificio llevaron a la victoria».

De la presión que hay sobre el equipo indicó: «La presión está sobre nosotros, pero cuando juegas en la Juve tienes que estar acostumbrado a la presión. Si la presión te asusta, no puedes jugar en la Juve. Será un partido difícil desde el punto de vista físico, incluso en el ataque de espacio son buenos. Estamos aquí para llevarnos a casa la victoria porque nos permitiría mirar con ilusión y positividad los próximos partidos».

Sobre su relación con el entrenador dijo: «Nunca le tiré flechas al entrenador. Siempre hemos tenido una relación muy sincera y más allá de lo sucedido siempre ha habido estima y respeto. También he tenido discusiones con otros entrenadores y esto no cambia en base al nombre del entrenador. Debe haber discusiones porque los que quieren mejorar están listos para discutir, y esto también pasó con el entrenador hace 4 años. A pesar de lo que fue un elemento inquietante para todos, digo que soy yo quien jugó más con él. Debemos tener la obligación de dar la mejor versión de nosotros mismos. Tengo casi 500 partidos en la Juve, hay un capitán que lleva el brazalete y otro que no. Me siento responsable y me pidió que viniera aquí porque soy el responsable y pongo la cara como lo he hecho otras veces en el pasado».

En cuanto si hubo conversación con Szczesny tras el partido de Nápoles contó: «Después del Nápoles, el técnico habló y pensamos en entrenar. Tek ha vivido momentos difíciles pero solo piensa en trabajar y todos tenemos que hacer eso. Tenemos que estar concentrados y tranquilos porque este momento pasará y tendremos que estar bien».

Allegri: «En un mes y medio intentaremos estar otra vez arriba»

Max Allegri, por su parte, se mostró tranquilo, prometiendo una remontada: «Pagamos varios errores individuales, cosas que pueden pasar. La liga de este año será muy igualada y habrá tiempo para enderezar el camino. No habrá un equipo capaz de matar el campeonato, y nosotros en un mes, un mes y medio intentaremos estar otra vez arriba». El técnico, que confirmó las bajas de Chiesa, Bernardeschi y la presencia de De Ligt en el once inicial, cerró así el caso de su pelea con Spalletti: «Somos toscanos y a veces nos enfadamos, pero no pasó absolutamente nada». Sobre Szczesny, que sigue en el eje de la polémica, Allegri fue tajante: «Es un portero de nivel absoluto y mañana juega».

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Pjanic fue uno de los jugadores a los que el Barcelona trató de buscar acomodo como fuera en las últimas semanas de mercado. Para Koeman no contaba y era uno de los salarios a restar del montante total para poder tener algo de cintura. El intercambio con la Juventus con Arthur haciendo el camino inverso no salió bien y Pjanic no triunfó en el Barcelona. El medio de 31 años nunca se encontró cómodo y su final estaba escrito, pero no pudo marchar donde le hubiera gustado. Así lo reconoce en una entrevista en Tuttosport. «Hubo contactos con mi agente, pero el mercado nunca es fácil. Me hubiera gustado volver y hubiera hecho todo lo posible para reencontrar a Allegri de nuevo. Amo a la Juventus, estoy apegado a la afición y tengo un excelente feeling con el presidente Agnelli. Pero en el fútbol hay que mirar hacia adelante y, como antes que nada soy un profesional, ahora quiero obtener satisfacción con el Besiktas», asegura.

Con Koeman su conexión no era tan buena y explica que solamente había una salida para él mientras el neerlandés estuviera en el banquillo. «El Besiktas mostró mucho interés en los últimos días del mercado de fichajes y con Koeman no me podía quedar en Barcelona, habría perdido un año más y no quería porque quiero jugar. Tenía una actitud conmigo que nadie entendía… ni siquiera Messi. Me preguntaba a menudo si le pasaba algo al entrenador conmigo. El Besiktas es campeón de Turquía, está en la Champions y… tiene la camiseta blanca y negra. Me recibieron muy bien, será otro gran desafío», relata.

Pjanic también se ha detenido en la situación de la Juventus, que tiene que asumir la salida de Cristiano, con quien compartió vestuario, pero tiene fe en Dybala. «Ahora tiene un gran peso sobre sus hombros, pero ya es un campeón. Tuve la suerte de jugar con Ronaldo y Messi. Cris y Leo son dos extraterrestres, pero Paulo es con el que más me divertí: fue tan lindo como fácil conectar con él entre líneas y si le pides una pared sabes que te devolverá el balón a la perfección. Dybala es un top, pero como todo el mundo necesita al equipo», explica.